Interesante pregunta de difícil respuesta y más cuando
actualmente se ha convertido la política más en una forma de ganarse la vida
que en el ejercicio de servicio a la comunidad que debería ser.
Actualmente el principal problema del país es el empleo.
Pero nuestro carácter mediterráneo tanto de los de abajo como de los de arriba,
hace que pensemos en que sólo pensemos en el mañana para darle la vuelta al
dicho y convertirlo en “deja para mañana lo que no tengas que hacer hoy”
Mucha gente cuando la despiden se pregunta por qué, y aunque la respuesta es dura, no es otra que: por qué no.
Han estado haciendo durante años la misma tarea y de la
misma forma ineficiente y se encuentran un día, que una máquina o alguien en la
otra punta del mundo puede hacerla y además mejor y a un coste menor.
Finalizas tus estudios y decides ponerte a buscar un
trabajo, y cuál es tu perplejidad cuando descubres que ya no compites contra
los de tu promoción, compites contra todos aquellos cualificados para realizar
tu mismo puesto a nivel mundial, y en un país como España donde los puestos trabajo
suelen ser poco especializados eso significa, prácticamente la totalidad de la
población mundial entre 18 y 65 años (y eso son muchos competidores).
Pero es que yo tengo una carrera y un máster, pues aprende
idiomas pues este no es país para sabios. Las empresas españolas apenas
invierten en I+D y hemos basado nuestra economía en una ventaja competitiva en
salarios y coste que se ha ido al traste al entrar en el Euro y en el sector
servicios, pero no en servicios profesionales, sino en lo más básico, en
hostelería y restauración.
Del ladrillo mejor no hablamos y volvamos a la política, y a como el hecho de convertirla en un medio
de vida ha hecho que los políticos vayan a lo fácil y se hayan olvidado de la
importancia del tejido industrial del país.
Tenemos una economía productiva basada en la pequeña y
mediana empresa que representan el 99,87% de las empresas y el 67% de la
ocupación (http://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/252070/07/07/Economia-Macro-El-99-de-las-empresas-espanolas-son-pymes-y-casi-el-30-se-radican-en-Madrid-y-Barcelona-segun-Funcas.html)
y que deberían ser por lo tanto la niña de los ojos de los que se encargan de
administrar y gestionar el país al nivel que toque (estatal, autonómico o
local), pero no.
Los políticos prefieren regalar terrenos y dar ventajas
fiscales a las grandes empresas aunque sólo representen el 5% de la ocupación.
Y si bien es cierto, que una gran empresa dinamiza la zona y crea una cantidad
razonable de empleos indirectos, lo que en realidad tenemos es la aplicación de
la ley de Pareto para escudarnos en la ley del mínimo esfuerzo.
Dedicar esfuerzos y recursos para favorecer la implantación
de una gran empresa en la zona es más sencillo y fructuoso (sales en la foto y
ganas votos) que dedicarlos a crear el grandísimo número de pymes necesarias
para conseguir el mismo impacto económico y laboral (y encima las fotos que
consigues no venden tanto).
También ayuda que el poder en la CEOE y la inmensa mayoría
de la masa sindical estén vinculados a las grandes empresas. Es por ello que
como son grupos de presión con más medios y “mass media” se legisle para ellos,
olvidando al principal motor de la economía que son las pymes (tal y como
indica el profesor Ghemawat en el artículo de expansión).
Pues venga, pymes, ¿qué pasa que no nos sacáis de la crisis?
Pues que no nos pueden sacar de la crisis porque están
ahogadas por todas partes:
- Dificultad para conseguir crédito
- Excesiva burocracia y costes en su constitución
- Sufren una alta morosidad (y en gran medida proveniente de las Administraciones Públicas) y se encuentran indefensas jurídicamente para poder reclamar lo que les deben
- Soportan altas cargas impositivas (IVA devengado en vez de cobrado, cargas sociales no proporcionales a facturación,…)
- Tienen que responder con todos sus bienes en caso de malos resultados empresariales
- Mala prensa del concepto de empresario, unido al alto riesgo de emprender que hace que la gente prefiera ser asalariado, o mejor aún, funcionario
Todo ello hace que las pymes lejos de aumentar en número no
paren de cerrar (http://www.cotizalia.com/en-exclusiva/141000-empresas-echado-cierre-crisis-20100309.html)
y Lo preocupante no es sólo la cifra, sino que apenas 2.059 empresas (el 13%
del total) estaban relacionadas directamente con el sector de la construcción,
lo que significa que se ha producido una especie de metástasis en el tejido
productivo del país. Cada día cierran más empresas que no estaban relacionadas
directamente con el ladrillo.
Y encima como hemos visto hay que tener madera de héroe para
emprender pues montar una empresa en España es como jugar a la lotería, sólo 1
de cada 10.000 iniciativas tiene un premio aceptable, luego hay unas cuantas
pedreas que permite a unas cuantas empresas ir tirando durante un corto período
de tiempo y el resto, desgraciadamente, pierden lo apostado.
Por lo que igual que en la lotería, si haces cálculo matemático
entre lo apostado y lo ganado, ves que el único que gana es el Estado, que no
ha perdonado ni un céntimo en impuestos.
Dejando a un margen las leyendas urbanas, sean ciertas o no,
sobre un distinto trato fiscal, es normal que los inmigrantes emprendan más que
los españoles de origen.
Alguien que viene aquí habiéndolo dejado todo para empezar
una nueva vida, sólo le queda la opción de ser un echado p’alante, total ya no
le queda nada que perder, sin embargo los jóvenes españoles nos hemos
acostumbrado a un ritmo de vida que no deseamos perder. No digo que lo tengamos
todo, pero sí bastante y por lo tanto, salir de nuestra zona de confort,
implica asumir un gran riesgo.
Eso explica que sólo el 6% de los estudiantes de último
curso de carrera quieran ser empresarios mientras que más del 30% quieran ser
funcionarios.
Por lo que cuando la situación se asemeja tanto al chiste
de: -He ganado 20€ con la lotería –Qué suerte! – De suerte nada, sólo que este
año no he jugado; la solución se vuelve difícil. Más cuando sobre la mesa lo
único que encontramos es lo siguiente:
- Descolgar la contratación y la negociación colectiva de los convenios y ligar los salarios a la productividad podría ser interesante en un mundo perfecto, pero en España, tierra de picaresca, significa la indefensión total del trabajador y su precariedad de por vida.
- Fomentar la emprenduría desde la educación puede ayudar a que las nuevas generaciones vean la opción de ser empresario como una alternativa de futuro, pero, por desgracia, las empresas siguen gestionadas por dinosaurios con corbata, “hechos a sí mismos”, que seguirán teniendo mala prensa y con razón.
- Propuestas como las de “miniautónomos por 50€” parecen coherentes (http://gestionpyme.com/miniautonomos-a-50-euros/) pero puede que se queden en papel mojado ya que la mayor parte del fraude fiscal y de la economía semi o totalmente sumergida proviene, de particulares, dados o no de alta como autónomos.
Así que da igual quien haya ganado las elecciones y con qué
margen, ya que lo importante es: hasta donde están dispuestos a hacer lo que
tienen que hacer, a olvidarse de partidismos y politiqueos varios y a sacrificarse
por servir a la ciudadanía.